EL MAR Y RENE

 

                      

EL MAR Y RENE QUINTON SEGÚN ÁNGEL  GRACIA 

El Dr. Ángel Gracia es un médico veterinario, que además, suma una larga lista de certificaciones, especializaciones, premios y menciones en diferentes partes del mundo. Su acento latinoamericano se debe a sus muchos años viviendo en Venezuela, nació en Luceni, Zaragoza, España en 1932.  Nos revela en este post algunos de los increíbles secretos sobre el agua del mar que permanecen cuidadosamente ocultados y que podrían salvar millones de vidas en el planeta. Él es experto en alcalinidad y Agua de mar, ha estado publicando una serie de artículos sobre la importancia de mantener la alcalinidad del organismo para preservar la salud del mismo, la importancia de tomar El agua de mar hipertónica o Agua de mar isotónica, en vez de consumir sal refinada o Sal común que es un veneno. Aquí algunas de sus credenciales académicas y profesionales:

Doctor en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid, Certificado como Philosophy Doctor in Veterinary Sciences (Ph.D.) en USA, Miembro de la Sociedad Europea de Medicina Naturista Clásica, Miembro certificado de la American Association of Nutritional Consultants, USA, Miembro de la Sociedad Española de Agricultura y Ganadería Ecológicas, Especialista en Tipificación de Productos Cárnicos y Lácteos por la Universidad Complutense de Madrid y el Ministerio de Ganadería Español, Premio Nacional de Divulgación Científica, Venezuela, Introductor de la Hipnosis Comparada en Iberoamerica, Por cinco años capitán de la Copa Davis de Tenis de Venezuela, Convivio con los indigenas yanomami del Territorio Amazonas (Venezuela), Presidente de la Seawater Foundation, Florida, USA, Autor de 7 libros: “Ciencia, Deporte y Aeróbicos”; “El Poder Curativo del Agua de Mar. Nutrición Orgánica”; “Cómo Beneficiarse con el Agua de Mar”; Agua de Mar Nutrición Ecológica”, entre otros.

El Dr. Ángel Gracia lleva años recorriendo universidades y otros foros de conocimiento de la geografía española  y otros países divulgando los conocimientos del científico francés René Quinton  (1866-1925) acerca de las propiedades del agua de mar. El Dr. Gracia es autor de la dieta del delfín otros libros, en la que afirma que todos los seres vertebrados están compuestos de agua de mar y «cuando la ingerimos, recibimos la información con la que se hizo la primera célula de la vida». Además, apunta que el agua de mar es diurética y limpia el colon. En la dieta recomienda beber agua directamente del mar exenta de ningún tratamiento, y predica su idea con el ejemplo, bebiendo más de medio litro de agua de mar al día. En Internet podemos encontrar muchos vídeos donde expone su opinión y su conocimiento de forma contundente, y “sin pelos en la lengua”, los cuales podrás observar al final de este post.

Para Ángel Gracia, “El mayor de los pecados es ignorar que todos los vertebrados, incluidos los humanos, somos en un 70%, agua de mar isotónica. El Bioterrorismo académico y científico nos confunde, amedrenta y consume”. Además, afirma que las grandes corporaciones hacen de ello un negocio, embotellando agua de mar y vendiéndolo a precios exorbitantes. El Dr. Ángel Gracia ha hablado respecto al «Ébola», afirmando que es un “virus fantasma”, que ha sido creado para generar terror y pánico en las personas, ya que una población con miedo es más fácil de manipular, para luego vender sus vacunas y fármacos, por ejemplo. La información que aporta el Dr. Gracia puede ser quizás muy polémica, porque choca contra el paradigma que nos vende por los medios de comunicación y la información que desde hace mucho tiempo estamos reproduciendo en centros universitarios y científicos. Sin embargo, mucha gente empieza a abogar por formas de vida alternativas a la que se considera normal hoy en día. Mientras, los expertos critican su práctica de imprudente y aseguran que el agua marina debe ser debidamente tratada para poder ingerirla. Este señor, de más de 80 años de edad, nos enseña no solo que hay en el mundo recursos suficientes para mantenernos más sanos y tener una vida más longeva y de calidad, sino que su ejemplo también nos plantea el cuestionamiento sobre los parámetros “científicamente comprobados” que utilizamos para definir qué es la salud.

El Doctor Ángel Gracia, en su cruzada contra el despiadado sistema sanitario y farmacológico le han convertido en todo un icono en los últimos años por afirmar algo que rompe con todo lo que hasta ahora se nos ha inculcado; el agua de mar es una fuente de salud y de vida a disposición de todos. Las críticas contra esta afirmación, solo responden a una intencionalidad; cuidar a la enfermedad, en vez de cuidar la salud. Mantener en secreto las propiedades curativo y regenerativas del agua de mar es un intento más por “secuestrar” la salud por parte de las industrias farmacológicas para seguir generando negocio con venenosos fármacos. La desinformación, insiste, es la gran culpable de que cada año mueran 200.000 náufragos que no saben cómo aprovecharse de los medios que tienen a su alcance. «La realidad es que no mueren deshidratados, sino por la ignorancia que existe sobre los recursos y el potencial que tenemos los humanos para sobrevivir en el mar indefinidamente, como las ballenas».

Según Gracia y sus seguidores, el problema esencial permanece ligado a la vanidad de una comunidad científica víctima «Del dogma de los que yo no sé no existe«. En en cada litro de agua de mar hipertónica (Vale decir, agua de mar pura) podemos encontrar 35 gramos con todos los elementos de la tabla periódica de Dmitri Mendeléyev. «El mar es la madre de todas las aguas y de la vida». Decía Ángel, «Si te bebes medio litro de agua de mar, así directamente, sin haberlo hecho nunca, lo primero que te va a dar es una diarrea». No es grave, explica, «pero tu cuerpo necesita purificarse primero. Hay que irse adaptando poco a poco, como han hecho las ballenas y los delfines». Ahora bien, su consejo, tanto para escépticos como para confiados, es el de averiguarlo por uno mismo. «Investiga y documéntate; no te pongas a beber agua de mar porque te lo diga un viejecito que no conoces». Dice Ángel, qué  a principio de 1998, comenzó a tomarse medio litro diario de agua de mar, tal y como se recomienda en su preparación isotónica. El resultado fue sorprendente, No sólo intuitivamente sentía que era algo que me aportaba vitalidad, sino que durante ese otoño y el invierno que siguió a continuación, no tuve ningún resfriado. Para mí fue algo asombroso ya que, desde que tengo uso de razón, todos los años, en esas estaciones para mí son de alto riesgo, sufro procesos bastante serios de gripe con afectación pulmonar, expectoración dolorosa y que pueden durar prácticamente un mes entero. Por fin, durante un año, me había librado de la gripe. Entonces, decidí  tener siempre en casa agua de mar para consumirla y he aceptado un nuevo hábito que me apoya a desintoxicarme con el agua de mar. Mi experiencia con el agua de mar fue y es muy positiva que puedo asegurar que es una de las mejores medicinas preventivas que he conocido hasta hoy.

Es deplorable en la medicina ortodoxa el tratamiento con fármacos específicos de gran potencia que paralizan a menudo las regulaciones básicas Inmunosupresor, Corticosteroide  o Corticoides y Citostáticos que conducen en poco tiempo a bloqueos de las defensas naturales del organismo. Sabiendo que somos agua de mar en un 70% y que esta agua de mar es el medio extracelular de intercambio de oxígeno y estímulos nerviosos, responsable de nuestras defensas, es consecuente afirmar que el consumo de agua de mar renueva y purifica nuestro sistema básico, recargándolo de electrolitos y proporcionándole un pH alcalino o alcalinidad. “Para que la célula pueda cumplir con las altas funciones que le han sido encomendadas, con la máxima actividad que es capaz de desarrollar, vitalidad y energía, precisa de una nutrición orgánica, alcalina, biodisponible, natural, ecológica y panatómica que le proporciona el agua de mar y de un óptimo consumo de oxígeno» (Rene Quinto) René Quinton, científico francés, descubridor de las  leyes de la constancia marina. Su investigación científica con el agua de mar le llevó a fundar dispensarios marinos donde trató y salvó la vida a miles de niños condenados a morir de Tifus, Cólera, Difteria, Gastroenteritis, Tuberculosis, Desnutrición y otras enfermedades infecciosas de aquellos tiempos. En 1904 Quinton vio editada la primera impresión de su obra “El agua de mar, medio orgánico”, donde sintetizaba sus trabajos y reflexiones fruto de más de diez años de investigación continua.

A principios del Siglo XX las inyecciones de agua de mar isotónica se aplicaban a razón de 100.000 por año en París y 150.000 en el dispensario de Lyon. Varios médicos se interesaron en utilizar esta nueva terapia y con el tiempo, solicitan sus servicios la Sociedad Homeopática Norteamericana y el gobierno egipcio, en cuya capital, El Cairo, erradicó una epidemia de cólera que se estaba cobrando diariamente la vida de 700 niños, en 1912; Quinton, utilizando agua de mar logró salvar los niños de ese país de una muerte segura, gracias a ello el científico francés alcanza un reconocimiento mundial. En 1914, ya se habían presentado ocho tesis doctorales y originales sólo en Francia sobre el suero marino. En vísperas de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) el Ministerio del Interior francés se proponía intervenir para que las inyecciones de agua de mar fueran obligatorias en la época escolar, del mismo modo que la vacuna de la viruela,  pero en 1914 Qinton se alisto en el ejercito con la llegada de la Primera Guerra Mundial circunstancia aprovechado por los detractores del científico francés, que no podían permitir el hecho de que alguien sin ser médico o científico titulado,  curase tantas gentes evitando les una muerte segura. Los dispensarios abiertos, fueron desapareciendo progresivamente. Por lo que, cobra sentido la frase de Albert Einstein cuando aseveraba que las “Las grandes mentalidades siempre reciben la oposición violenta de los mediocres” del mundo.

Sin embargo, La Academia Francesa de Ciencias no dudó en afirmar que, después de Darwin, nadie sino Quinton había hecho aportes tan relevantes en el campo de la biología. Rene Quinton, básicamente postuló que la vida se originó en el mar, y que cada cuerpo humano es como un pequeño océano en el que flotan las células. Si este océano interior mantiene sus condiciones físicas (es decir, su pH, salinidad, temperatura, etc.) similares a las primigenias, el conjunto del cuerpo se mantiene en un estado de equilibrio natural, que es lo que llamamos Salud. A pesar de la importancia de su investigación para la medicina, sus estudios han sido ocultados intencionadamente por las multinacionales farmacéuticas cuyo multimillonario negocio está sustentado gracias al mantenimiento de la enfermedad.

El agua de mar no es patentable, es inagotable, es altamente eficaz como tratamiento terapéutico y además es gratuita, convirtiéndose en una seria amenaza que conviene ocultar a través de campañas de desinformación y de miedo hacia el consumo de agua de mar. El agua de mar contiene los 118 minerales de la tabla periódica de Dmitri Mendeléyev, en la proporción justa y adecuada para nuestro organismo, biodisponibles y de carácter orgánico y, no químico, porque sobre ellos actúa el fitoplancton y el zooplancton que contiene. El agua de mar pura posee un PH de 8,4 por lo que al tomarla alcalinizará nuestro medio interno, donde viven, como si fueran un acuario, los 100 trillones de células que tenemos, las cuales dependen de la calidad del medio interno para todas sus funciones. El agua de mar es un óptimo medio interno, es la mejor medicina preventiva. Un pH moderadamente alcalino se ubica entre 7,37 y 7,47. Si es inferior a 7,37, se considerará un pH ácidos, circunstancia que aumentaría los radicales libres de hidrógeno (H⁺), responsables del envejecimiento celular, de la inflamación, del dolor asociado y de la enfermedad. El agua de mar suministra los  antioxidantes (OH^–) que son los encargados de neutralizar a los radicales libres, eliminando la acidosis orgánica y restableciendo la alcalinidad. Dos iones OH^– forman una molécula de agua (H₂O), liberando un átomo de oxígeno en cada reacción, oxígeno necesario para mantener el pH alcalino o alcalinidad  y una temperatura constante de 36,5 ºC, condiciones que mantienen la salud celular y, en consecuencia, la de todo el organismo. En consecuencia, tomar agua de mar es medicina preventiva.

El agua de mar es desintoxicante. Un enfermo es una persona deshidratada. La simple ingesta de una mayor cantidad de agua dulce, que es alcalina, puede ser suficiente para aliviar una enfermedad. Si rehidratamos nuestro organismo con agua de mar (pH alcalino de 8,4), los radicales libres son neutralizados y son arrastrados hacia nuestros filtros naturales: pulmones, hígado y riñones y excretados a través del sudor, la orina y las heces, lo que origina una desintoxicación  del organismo. En tal sentido, Otto Heinrich Warburg Premio Nobel de Medicina, 1931 aseveraba que: “Cuando el Ph está fuera de equilibrio, el oxígeno desciende, las células respiran en un ambiente Anaeróbico por fermentación, haciendo aumentar la acidez;  el cáncer es el resultado de un ambiente ácido”. Continuaba diciendo que: “Donde hay oxígeno y alcalinidad, no puede haber enfermedad ni cáncer” y seguía confesando que “Todas las enfermedades son ácidas y donde hay oxígeno y alcalinidad no pueden haber enfermedades, incluido el cáncer”. Por otro lado, Mynard Murray testificaba que “No hay vida sin transferencia eléctrica y, por ello, la célula es una batería. Mientras que, Rene Quinton decía que “La célula es la expresión concreta de la idea abstracta de la vida”.

Cuando bebemos agua de mar durante el ayuno, se atenúa la sensación de hambre porque hay nutrición celular que inhibe la señal de alarma que envía el hipotálamo en casos de desnutrición o cuando nos alimentamos con comida basura. Con el ayuno hídrico del agua de mar, por su carácter alcalino, ayudamos  la eliminación de los radicales libres (H⁺), lo que previene el envejecimiento celular. El agua de mar nos suministra Ácido nucleico, ADN, ARN, Aminoácido esenciales, Proteína,  Grasa monoinsaturadas y poliinsaturadas, Hidratos de carbono, Vitamina,  Fitoplancton, Zooplancton, larvas, cadenas de carbono,  así como millones de virus y bacterias indispensables para la vida. Alimenta las células, anulando la señal de hambre celular que nos estimula la necesidad imperiosa de comer. La deficiencia de minerales orgánicos en el organismo activa la desnutrición celular. El agua de mar restaura esa deficiencia mineral mediante su ingesta diaria. La falta de vitaminas, minerales y micronutrientes acidifica el organismo. Para neutralizar el medio ácido que se ha creado con una alimentación inadecuada, el organismo utiliza todas sus reservas de calcio. Si este problema permanece en el tiempo, acabará incluso con el calcio de nuestros huesos provocando Osteoporosis. El agua de mar neutraliza la acidez y recupera la alcalinidad, manteniendo intactas las reservas de calcio, evitando así,  la osteoporosis. Una buena reserva de calcio, favorecida por el consumo habitual de agua de mar combate la acidificación que ataca fundamentalmente a los cartílagos y a los meniscos de las articulaciones, evitando la artritis.

El agua de mar potencia y normaliza nuestro Sistema inmunológico al proporcionarnos minerales indispensables para nuestras defensas como son el cobre, manganeso, selenio y cinc. Asimismo, evita mutaciones indeseables en el ADN  por su contenido en cinc en combinación con las reservas de calcio en un medio alcalino. De la misma forma, el agua de mar isotónica apropiadamente tratada, puede sustituir perfectamente al plasma sanguíneo, según la investigación científica con transfusiones completas en animales llevadas a cabo por René Quinton, quien realizó varios experimentos en el Collège de France y cuyos resultados resultan impresionantes. El agua de mar tiene poder curativo porque aporta una recarga hidroelectrolítica al organismo, reequilibra la función enzimática, favorece la regeneración celular y proporciona una correcta homeostasis celular (equilibro electrolítico celular con su medio ambiente –sistema de Alfred Pischinger – controlando la temperatura y el pH). Igualmente,  previene la caries dental por el contenido de flúor, boro, fósforo y magnesio que fijan el calcio en nuestros dientes en forma de citratos, carbonatos o fosfatos. También, el agua de mar combate el mal aliento y limpia el colon.

El agua de mar tiene efectos diuréticos y laxantes, por lo que es beneficiosa para personas que padecen obesidad e hipertensión. Además, neutraliza la acidez de estómago y es un remedio eficaz en personas que sufren esta patología de manera crónica. También, previene y combate la sinusitis, la otitis y la gingivitis. Por el fenómeno de Ósmosis (equilibrio de concentraciones salinas a través de una membrana permeable), el agua de mar absorbe el agua de los tejidos nasales congestionados. El agua de mar combate los pólipos y fibromas vaginales. Simplemente basta sumergir la vagina en agua de mar 4 veces al día, durante 20 minutos. El agua de mar combate la rinitis alérgica. Consumiendo agua de mar de forma habitual, la rinitis desaparecer al igual que otras alergias alimentarias. El agua de mar mejora los resultados, la capacidad y la resistencia en deportistas de alto rendimiento y en aquellos que practican deportes que requieren una rápida recuperación electrolítica, como maratón, Iron Man, entre otros. La salmonella, las bacterias coliformes (E. coli) o cualquier virus de origen terrestre, queda eliminado al primer contacto con el agua de mar. Esto se explica por cuanto todos los microbios y virus terrestres tienen un medio interno isotónico que al ingresar en el mar, cuyo medio es Hipertónico, por el fenómeno de ósmosis quedan eliminados. Este fenómeno es el que combate la vida microbiana terrestre en el mar. Como toda la micro diversidad terrestre posee una concentración salina isotónica de 9 gramos por litro y al convertirse en hipertónica por el contacto con el mar, cuyo grado de concentración es de 35 gramos por litro, mediante el fenómeno de ósmosis, queda inmediatamente desactivada o eliminados. De esta forma una bacteria tipo coliforme o salmonella, por ejemplo, queda neutralizada en el momento de entraren contacto con el agua de mar.

El agua de mar se puede beber sin temor o ser administrada por vía endovenosa, subcutánea, intramuscular o rectal. No existe ninguna contraindicación. De no ser así, todas las personas que se bañan en las playas, caerían enfermos por absorción de la piel y por la ingesta de agua de mar, si no por vía oral, a través de todos los orificios y poros del organismo, cosa que no sucede, quedando probado que el agua de mar es potable.

El agua de mar es panatómica, es decir, cada litro de agua de mar es exacto en las playas, en las costas, en alta mar, en cualquier latitud y longitud de la tierra. La recogida de agua de mar en los conocidos vórtex marinos, (zonas de flujo marino en torbellino o espiral) no tiene sentido si atendemos a su calidad, pues es la misma. La salud en el medio marino es una constante. En el mar no existe la enfermedad, no hay cáncer. Al contrario, en aguas dulces los peces sí padecen enfermedades, incluido el cáncer, por la ausencia del fenómeno de ósmosis que sí sucede en el agua de los mares; así lo aseguran desde la Fundación Aqua Maris, puede ser recogida en cualquier costa o playa del mundo, siempre que el punto de recogida esté alejado de zonas industriales, zonas portuarias, entre otras, evitando las zonas sensibles a la polución. La utilización de nuestro sentido común a la hora de seleccionar el punto de extracción y del resto de sentidos para efectuar un análisis visual (agua cristalina), olfativo (sin olores extraños) y gustativo (comprobamos su sabor), es garantía suficiente de potabilidad.

CÓMO RECOGER EL AGUA DE MAR

Si el agua de mar se recoge en la playa, la manera más apropiada es meterse en el mar hasta que el agua nos llegue a la cintura y una vez que el agua que está bajo nuestros pies está cristalina y se ha dispersado o decantado el sedimento que hemos movido con nuestras pisadas al entrar, colocamos la garrafa o botella de plástico (No mayor de 5 litros para recogerla dentro del mar), todavía cerrada, entre nuestras rodillas, sujetándola firmemente y procurando mover los pies lo menos posible para no enturbiar el agua.

Una vez sumergida y bien asegurada entre nuestras piernas, abrimos el tapón de la garrafa, que se verá deformada por la fuerza que ejerce el agua al entrar en su interior. Esta disminución del volumen por el efecto de vacío nos impedirá llenar la garrafa por completo en este primer llenado, por lo que pondremos el tapón de cierre estando sumergida y la sacaremos a la superficie para una vez fuera del agua, abrirla y que  recupere todo su volumen. Volvemos a tapar la garrafa y repetimos la operación anterior en un segundo llenado aprovechando así toda la capacidad volumétrica del recipiente.

CÓMO BEBER EL AGUA DE MAR Y DURANTE CUÁNTO TIEMPO

El Dr. Gracia recomienda tomar toda la vida el agua de mar para inmunizarnos y mantener una salud óptima, ya que el agua de mar  es un elemento imprescindible como medicina preventiva. Es recomendable hacerlo desde la infancia, por cuanto permitiría al niño aumentar la densidad mineral de sus huesos, principalmente en las extremidades o epífisis de los huesos largos. El agua de mar se puede tomar pura (hipertónica) o rebajada con agua dulce (isotónica). Para el consumo diario, tanto bebida o cocinada así como para hidroterapia marina, se recomienda el agua de mar isotónica y como depurativo o purgante, se recomienda hipertónica.

Advertencia: Cuando se ingiere el agua de mar por primera vez,  inicia su acción natural con una limpieza de colon, por lo que pueden presentarse deposiciones liquidas con frecuencia, lo que se normalizará  en 1 o 2 días. También, ocasionará más orina por su alto poder diurético.  Estos síntomas, lejos de ser motivo de preocupación, deben ser bienvenidos al ser consecuencia del proceso de desintoxicación de nuestro organismo.

EL MAR Y RENE QUINTON VIDEOS APORTADOS POR ÁNGEL GRACIA        

 

 

 

 

 

 

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